¿Por qué debes visitar Guayaquil?

 

Fue a comienzos de los 90 que alguien se aburrió de escuchar que su ciudad, Guayaquil, era fea. Luego otro se aburrió de lo mismo, y así. El principal puerto de Ecuador había crecido de manera descontrolada, y con poco cariño y cuidado de parte de las autoridades y de sus habitantes.

Eso comenzó a cambiar en 1992, con un intenso trabajo de renovación de Guayaquil. Así, la urbe más poblada y grande de Ecuador se volvió una ciudad limpia y moderna, con paseos lacustres, restaurantes, y parques verdes y bien cuidados (además, claro, de cámaras de seguridad por muchos lados).

Un lugar de moda es el puerto turístico Santa Ana, que es el mejor centro de operaciones para descubrir la zona céntrica de Guayaquil. Desde él ves los ríos Daule, Babahoyo y Guayas, que influyen en el clima ya caluroso y pegote de Guayaquil. Hay además edificios residenciales, un hotel y buenos restaurantes con terraza y vista a The Point. Este último es el edificio más alto de Guayaquil, con 36 pisos que en la noche son iluminados por más de 10.000 luces LED.

Otro barrio también turístico es Las Peñas, en el extremo norte del malecón, y con más de 400 años de antigüedad. Ahí, con un ambiente bohemio, puedes recorrer calles de adoquines están flanqueadas por casonas muy coloridas y con pequeños balcones Hoy en esas construcciones funcionan animados bares.

Cerca aparecen el Cerro Santa Ana y sus 444 escalones. Ellos llevan a un faro ubicado en lo más alto de este cerro de Guayaquil. La recompensa al esfuerzo son vistas panorámicas de la ciudad.

El centro

Ciudad adentro se encuentra el estero del Salado, que también tiene su Malecón, con restaurantes que sirven principalmente pesados y mariscos. Desde aquí se ve la Fuente Monumental de Aguas danzantes, una piscina que lanza chorros de agua hasta unos 20 metros de altura, al ritmo de la música y de las luces.

En el centro de esta ciudad de Ecuador puedes ver diferentes estilos arquitectónicos. Por eso no es raro que veas casas y edificios restaurados y con pórticos altos. Caminando llegarás al Parque Seminario, famoso por las iguanas en sus árboles y que son absolutamente mansas.

Una visita obligada en esta zona es la Catedral Metropolitana de Guayaquil, en la parte trasera del parque. Fue construida en 1937 bajo el estilo neogótico, y sigue en reparaciones tras el terremoto de abril de 2016 (no te pierdas sus 126 vitrales, todos de colores muy intensos).

Desde ahí, si caminas hacia el río, está el Malecón Simón Bolívar, uno de los lugares más característicos de Guayaquil, en Ecuador. En este atracadero de 2,5 kilómetros de largo puedes caminar a orillas del río Guayas y así ver atracciones como el Hemiciclo de La Rotonda y el Palacio de Cristal, que fuera un mercado. En el área hay además buenos restaurantes y una rueda de la fortuna desde la que puedes ver todo el centro de Guayaquil.

El lado moderno

El lado moderno de Guayaquil lo encuentras en la zona de Samborondón, en las afueras del perímetro urbano. Aquí hay restaurantes, oficinas, restaurantes, ferias, oficinas, áreas residenciales, bares, teatros y centros comerciales. Uno de los malls más nuevos es el Plaza Lagos Town Center, shopping al estilo Miami, de baja altura, con patios centrales abiertos y muchos restaurantes.

En el Samborondón de Guayaquil está el Parque Histórico, con casonas de fines de 1980 que operaban como el antiguo hospital Hospicio del Corazón de Jesús. Tabla por tabla, esta construcción fue trasladada desde el centro de Guayaquil (su ubicación original), hasta donde está hoy. Aquí puedes recorrer el zoológico y ver la arquitectura de casas de familias acomodadas, entre otras actividades en este puerto de Ecuador.

Al momento de comer

Cuando en Guayaquil vayas a pedir algo para comer, no olvides algunas de las especialidades de Ecuador: el madurillo (plátano maduro envuelto con tocino, relleno de salsa de queso fresco sobre sal prieta), costilla con puré de canguil (palomitas de maíz) y tenazas de jaiba con salsa de coco ahumada. ¡Ah! El campeón de los campeones: el ceviche de camarones, con camarones hervidos, jugo de limón, salsa de tomate, cilantro, pimienta y cebolla colorada.

Fuente : La Viajera

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