Cada año, la noche del 15 de septiembre, en el marco de una ceremonia cívica conocida popularmente como “El Grito”, los mexicanos conmemoran el movimiento que dio inicio a la lucha por la independencia de ese país. La ceremonia recrea el llamado que Miguel Hidalgo y Costilla, cura del pueblo de Dolores, hizo a las masas novohispanas la madrugada del 16 de septiembre de 1810, para levantarse en armas y luchar contra el mal gobierno virreinal.
El Grito de Dolores
En la mañana del 16 de septiembre de 1810, el padre Hidalgo, junto con otros líderes revolucionarios, pronunció un discurso a sus feligreses, invitándoles a levantar las armas contra el odiado gobierno comandado por gachupines.
En menos de un mes, al movimiento se le habían unido más de 50.000 hombres, en su mayoría indios pobres y mestizos sin formación o equipos militares.
Esta multitud marchó por el centro de México, atacando las ciudades de San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende), Celaya y Guanajuato. Estaban a punto de entrar en la Ciudad de México, pero Hidalgo ordenó a sus fuerzas retirarse.
A partir de ahí, las cosas fueron cuesta abajo para el movimiento de resistencia popular.
El propio Hidalgo fue capturado el año siguiente, condenado por las autoridades y muerto ante un pelotón de fusilamiento el 30 de julio de 1811. Sin embargo, las semillas del cambio habían sido sembradas y 11 años más tarde, finalmente, México obtuvo su independencia de España.
Hoy en día, los mexicanos celebran la Independencia realizando actividades tales como preparar los típicos platos mexicanos; uno de ellos es el chile en nogadas, comida que se decora con los colores de la bandera mexicana, acompañadas de la cerveza y tequila, tradicional del país. Además en el Centro Histórico de la Ciudad de México se instalan vistosos juegos de luces y se presenta un formidable espectáculo de pirotecnia tras la ceremonia del Grito de la Independencia.
En la noche del 15 de septiembre, al filo de las 11 de la noche, el mandatario en turno sale al balcón presidencial de Palacio Nacional y hace sonar la misma campana con la que Hidalgo llamó a las armas a los nativos de la Nueva España para pelear por su libertad. Toda la multitud presente deja escuchar entonces el tradicional grito de “¡Viva México!”.
Fuente: Punta Sayulita